¿Quién paga los Arreglos o Daños en un Arriendo en Chile?
Aquí te mostramos quién debe hacerse cargo de las reparaciones reparaciones locativas y mejoras en un una propiedad arrendada. Aclaramos tus dudas para evitar conflictos con tu arrendador o arrendatario.
En los contratos de arriendo en Chile, las reparaciones locativas (mantenimiento menor) corresponden al arrendatario, por otra parte, las reparaciones no locativas (reparaciones mayores o estructurales) son responsabilidad del arrendador.
¿Qué son las Reparaciones Locativas en Chile?
Las reparaciones locativas se refieren a las intervenciones menores y de mantenimiento regular que son necesarias para conservar el inmueble en buen estado durante el período del arriendo. Estas reparaciones permiten que la propiedad sea apta para su uso y habitabilidad normal.
¿Qué Dice la Ley Chilena Sobre las Reparaciones?
En Chile, las reparaciones en los contratos de arrendamiento se regulan por la Ley N.º 18.101 sobre Arrendamiento de Bienes Raíces Urbanos y el Código Civil, que establecen las obligaciones de arrendadores y arrendatarios. El arrendatario debe usar la propiedad como un buen padre de familia, evitando daños más allá del desgaste normal por el uso, y las reparaciones se dividen entre locativas (a cargo del arrendatario o inquilino) y no locativas (responsabilidad del arrendador o propietario).
Las reparaciones menores o locativas son cargo del inquilino, quien debe asegurarse del buen estado del inmueble. Reparaciones Mayores o no locativas son responsabilidad del arrendador, quien debe mantener el inmueble condiciones habitables y seguras.
Tipos de reparaciones y Mejoras
Reparaciones Locativas a cargo del Arrendatario
Aquellas necesarias para el uso y mantenimiento diario del inmueble, las cuales son asumidas por el arrendatario. Esto incluye cualquier daño o desgaste que se produzca por el uso cotidiano de la propiedad.
Ejemplos de reparaciones locativas
- Rotura de vidrios, mantención y limpieza de pisos y alfombras, reposición de enchufes, mantención de la pintura, papel mural, cambio de ampolletas y luminarias, mantención de llaves de agua, mantener en buen estado puertas/ventanas, entre otras.
Reparaciones No Locativas o Reparaciones a Cargo del Arrendador
Son reparaciones estructurales o mayores que garantizan la habitabilidad del inmueble, y deben ser realizadas por el arrendador (propietario).
Ejemplos de reparaciones no locativas
- Reparación de muros estructurales, reparación de techumbre para evitar filtraciones, mantención de la red de cañerías estructural, mantención de la red eléctrica estructural, entre otros.
Mejoras o Modificaciones al inmueble
Las mejoras o modificaciones que aumentan el valor o la comodidad del inmueble no son responsabilidad del arrendador ni obligatorias para el arrendatario, ya que no son esenciales para el uso normal de la propiedad.
Ejemplos de Mejoras: cambio de cortinas rollers, pintar paredes, cambio de pisos, renovación de muebles de cocina, instalación de aire acondicionado, entre otros.
En caso que el arrendatario quisiera realizar alguna mejora, debe contar con autorización del arrendador, y los gastos no son reembolsables, salvo que se haya acuerdo lo contrario.
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¿Quién paga qué?
Reparaciones Menores: el Arrendatario Paga
Las reparaciones menores o locativas que se produzcan durante el período de arrendamiento, deben ser asumidas por el inquilino, quien debe asegurarse del buen estado del inmueble.
Reparaciones Mayores: el Arrendador Paga
Las reparaciones mayores o no locativas son responsabilidad del arrendador, quien tiene la obligación de mantener el inmueble en condiciones habitables y seguras.
Consejos prácticos para el propietario
Si eres propietario te dejamos algunos consejos a tener en cuenta:
- Contrato de arriendo. Tu contrato de arriendo debe indicar claramente en apartados sobre reparaciones, mantenciones, obligaciones y responsabilidades sobre la conservación del buen estado del inmueble. Puedes revisar nuestro modelo de contrato de arrendamiento aquí.
- Inventario de tu propiedad. Agrega un inventario de tu propiedad como anexo al contrato de arriendo. Agrega registros fotográficos.
- Comunicación y visitas al inmueble. Mantén una comunicación cordial y frecuente con tu inquilino. Realiza visitas de inspección.
- Mejoras bajo acuerdo. Permite y autoriza mejoras que estimes conveniente, sé claro en las condiciones y restricciones.
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